Determinar si un niño(a) requiere el uso de anteojos puede diagnosticarse desde el aula. Las dificultades en el proceso de aprendizaje es una señal de un posible problema visual.
Para un adulto es fácil percibir cualquier falla a nivel de la vista. Pero, para unniño es más difícil, pues carece de un parámetro para comparar su visión con la de otras personas y consideran normal sus problemas de visión, aunque sea todo lo contrario.
Este es el momento adecuado para vigilar si su hijo presenta con regularidad ojos rojos, dolor de cabeza y la sensación de comezón en los ojos, los cuales son signos y síntomas de que su pequeño requiere una revisión ocular con el optometrista, especialista de la salud primaria de los ojos.
Sin embargo, sobre el cuaderno hay otros síntomas significativos. Uno es que escriba muy lento, que se brinque algunas letras y que muestre dificultades para seguir los renglones.
Otros aspectos se logran identificar con una comunicación adecuada con el maestro o tutor quien pasa la mayor cantidad de tiempo con nuestros hijos. Por ejemplo podemos conocer si existen posturas poco habituales para enfocar la vista o que el estudiante se ponga constantemente de pie para acercarse a la pizarra.
El Dr. Enrique Garita, Presidente del Colegio de Optometristas de Costa Rica, recomienda este tipo de comunicación con el educador no sólo para obtener un diagnostico adecuado y a tiempo, también para efectos de una eventual adecuación curricular si se determina que es necesaria su aplicación.
Dicha adecuación curricular puede incluir desde una ubicación específica dentro del aula, hasta el uso de letras más grandes en los exámenes. Esto por citar unos ejemplos que también puede incluir el uso de utensilios vistosos para niños en edad preescolar.
Otro aspecto que se debe valorar, son los casos de fotofobia o intolerancia a la luz, las opciones en la actualidad son variadas. “Si el niño usa lentes correctores de cualquier graduación, y tiene problemas con la luz solar, se le puede sugerir lentes especializados para este fin que filtran hasta el 99% de la luz solar dañina, y con este recurso ya no es necesario usar otro lente de protección solar” añadió el Dr. Garita.
Otro problema de la salud visual es propiciado por el uso prolongado de aparatos electrónicos como tablets, celulares y juegos de video, los cuales obligan a los niños a forzar la vista.
Una de las consecuencias negativas de la fuerte existencia de la tecnología es que cada vez es utilizado a edades más tempranas. Los bebés de estas generaciones conocen cómo manipular la mayoría de aparatos electrónicos y esto causa problemas visuales en niños muy pequeños.
Sea cual sea la razón por la que su hijo presenta problemas de la visión es importante visitar al optometrista, quién es el profesional encargado de la detección de los problemas visuales y de brindar el tratamiento que necesita su pequeño para continuar con sus actividades diarias.